lunes, 21 de mayo de 2012

LA TRASCENDENCIA DE LA EMPRESA COMO MISIÓN DEL PROFESIONAL

Durante mi etapa profesional, he tenido varios destinos y era conocedor, en todo momento, que no sería un destino definitivo, sino que cada “x” tiempo, normalmente entre 2 y 3 años, tendría una rotación hacia otro destino, realizando o no la misma función.
Una vez expresada mi experiencia, quiero poner en común lo que para mí es el principio fundamental del trabajo diario y lo que me ha motivado como visión.
Esta misión, principio o como deseen llamarlo es la trascendencia  de la empresa a mi propia existencia como trabajador de la misma, a mis intereses, y a mis objetivos individuales. Esto no choca para nada con la marca profesional, al revés, te sitúa e indica los valores que para ti son primordiales en el ejercicio de la profesión.
Esta trascendencia también tiene sus inconvenientes, puesto que habrá momentos en los que tendrás que exponer pensamientos que pueden ser contrarios a la corriente del momento. Sin embargo, para mí son más las ventajas que este pequeño inconveniente.
La principal ventaja es que tu trabajo obtiene una dimensión mayor que la tarea en sí misma, te marca metas ambiciosas y siempre se hace en la búsqueda del bien de la empresa.
La segunda es que te anclan unos hábitos positivos que son independientes de la situación del mercado de trabajo y del entorno como profesional. Siendo reconocido por proveedores, clientes y compañeros de trabajo.
Y la tercera y fundamental es que te hace libre, no vas a tener que dar explicaciones a otros, tu trabajo se ordena en función de este principio, principio que es aceptado por todos y no permite discusión.
Un saludo y hasta el próximo post
Esta opinión es estrictamente personal y solo intenta aportar mi visión para los demás.

jueves, 10 de mayo de 2012

Gestión de personas en momentos difíciles

Hay momentos profesionales que son difíciles, porque no consigues esa promoción, porque faltan proyectos, porque tu empresa no pasa por un buen momento, etc…
Si además tienes la suerte de dirigir un equipo, estas intranquilidades se ven multiplicadas por cada uno de los colaboradores. Entonces, ¿qué se puede hacer?, ¿puedo motivar?, ¿Seré capaz de darle la vuelta a la situación?.
Lo primero que intento hacer es diferenciar los pensamientos razonables de los no razonables. Esto que he aprendido hace poco tiempo, ¡ojalá lo hubiese conocido antes! , es fundamental para crear la visión más real posible, con soluciones, y sobre todo para que no caigas en estados de ánimo negativos.
Los pensamientos no razonables, según © Editorial EOS: son aquellos que no se apoyan en datos, utilizan suposiciones, producen emociones negativas de fuerte intensidad, describen realidades de forma distorsionada, dramática o catastrófica. Horribles, ¿verdad?. ¡¡¡Pues huye de ellos!!!
Lo segundo es exponer la situación lo más cercana a la realidad. En esta exposición, hay que tener datos concretos y centrar la actividad en tareas concisas, así lograremos tener la mente realizando acciones productivas y que nos ayudarán a conseguir nuestros objetivos.
En cuanto a la motivación, seamos simples, las personas quieren progresar, tener una remuneración que cubra sus necesidades y un buen ambiente de trabajo. Entonces, y dependiendo del ámbito en el que se pueda actuar, trabaja sobre este. Si no puedes aumentar el salario, vuélcate en que tenga un buen ambiente de trabajo y fundamental e independientemente del momento, concentra tus esfuerzos en que crezcan como profesionales.  
Realizando estas actuaciones y con el factor tiempo, el grupo de trabajo será más feliz, más productivo y eficiente, cambiando así de un ciclo vicioso a un círculo virtuoso independiente de las situaciones descritas en el primer párrafo.
Este post es exclusivamente personal y en él intento aportar mi visión para los demás.