El escenario bancario ha cambiado en el mundo. En España, se está produciendo una concentración de Entidades Financieras. La liquidez, la solvencia, Basilea y los test de stress están en boca de todos.
La competencia es mayor cada día y el usuario final, que no es otro que el conjunto de la sociedad, ha experimentado un cambio radical en sus hábitos de consumo y comunicación.
La competencia es mayor cada día y el usuario final, que no es otro que el conjunto de la sociedad, ha experimentado un cambio radical en sus hábitos de consumo y comunicación.
Bajo este nuevo escenario, ¿siguen siendo efectivos los directivos de banca de hace 5 o 10 años?. ¿Cuáles han de ser las cualidades del nuevo directivo de banca?.
Les propongo seis:
- Usuario de las tecnologías 2.0: Además de generar comunicaciones efectivas con sus clientes, estas tecnologías le permite estar al corriente, minuto a minuto de las inquietudes, opiniones y necesidades de sus clientes. Puede así actuar sobre estas y realizar acciones inmediatas que mejoren la calidad del servicio.
- Excelente comunicador: Unido a la cualidad 1, aunque sin exclusividad de ese medio. Esta cualidad es una novedad en los perfiles de los directivos de Banca, acostumbrados a ser "profesionales grises".
Tanto los dirigentes de primer nivel como los mandos intermedios han de fortalecer su habilidad de comunicación, estableciendo planes y modos, para entre otras, potenciar la imagen de marca propia, que a su vez mejorará la imagen de la Entidad que representan. - Positivo: El directivo positivo siempre buscará una solución a los problemas, y esa búsqueda de soluciones es el campo de cultivo perfecto para innovar y distinguirse entre la competencia.
- Innovador: Tanto en primera persona como creador de ambientes de innovación en el grupo que dirige, mediante el fomento de la participación y "desjerarquizando" al grupo.
Esta "desjerarquización" es necesaria y fundamental en un negocio tan influenciado por los niveles de mando, puesto que la idea que puede cambiar el negocio nacerá independiente al nivel o posición que dentro de la organización tenga el profesional. - Reconocedor y Potenciador del Talento: Tiene que realizar el esfuerzo de conocer a todas y cada una de las personas que tiene bajo su estructura. Todos los profesionales son talentosos en algo y además, ese talento es individual y distinto para cada uno de ellos.
La misión del directivo es la de reconocer ese talento de cada profesional y desarrollarlo al máximo nivel, para ponerlo al servicio de la organización. - Facilitador: El directivo ha de mirar "hacia abajo", hacia el cliente, ya sea cliente interno como externo, y no "hacia arriba", que es la estructura o jerarquía. Tiene, con su experiencia y conocimiento, que ponerse al servicio de su equipo y realizar el rol de faro, de guía para alcanzar los objetivos previamente negociados.